«El yerno ideal».
Por sí teníamos alguna duda el Tour se ha acabado. UAE se ha llevado hasta la etapa que Visma quería para resarcirse de su «discreto» Tour y que ha tenido a Politt como hombre clave para que ello sucediera llevando el peso de la persecución a un grupo encabezado por Visma. Incluso su equipo decidió esperarlo en la primera ascensión conscientes de la importancia de su trabajo.
La etapa comenzaba muy rápida y con grandes esperanzas para los que esperábamos batalla, Visma metía a Laporte, Kelderman y Jorgenson en el grupo cabecero siendo ellos mismos los encargados de dar velocidad para abrir hueco. Sería pensando en un ataque de Vingegaard
Education First quería meter a Carapaz para asaltar el liderto de la montaña e hizo un gran trabajo reduciendo distancias, para que una vez con la fuga a tiro, fuera el ecuatoriano el que consiguiera entrar por sus medios con una buena arrancada y la inestimable ayuda de su compañero Powless que circulaba en cabeza.
Kelderman imponía ritmo y llevaba a los fugados hasta los 4′ pero UAE no estaba dispuesto ni a dejar las migajas.
«De folla a folla… que veña o demo…»
No hay mucha más historia que contar. Una lucha desigual entre Jorgenson por delante y Pogacar por detrás nos dejaba claro que el movimiento de Visma era por la etapa, que Vingegaard ni siquiera intentaría salir a rueda de Pogacar y que Remco sí es hombre de Tour.
Puede que la forma de correr del esloveno genere adeptos, pero me niego a ser uno más de los que aplauda cada cosa que haga o diga cual siervo de político miedoso a perder la paga.
Está siendo el mejor pero si hace algo fuera de lugar se dice. Del mismo modo que no dudamos en llamar «mafiosos» a Visma por su actitud en O Gran Camiño en los dos últimos años.
«Seré tonto pero te vas a comer tus palabras, Jesús».
Una cosa es atacar para ganar, como hoy, y otra atacar para humillar. E insisto mucho en esto porque parece que hay quien no lo quiere entender, o peor aún, quien solo lo ve según de qué lado sea.
Según el soberbio de Ares hubiera sido «indecente» que hoy Vingegaard atacara en meta a Evenepoel, mientras no encontraba motivo alguno para criticar a Pogacar por haber hecho lo propio con Vingegaard hace tan sólo un par de días. Hipocresía lo llaman.
El periodismo lleva muerto muchos años y el periodismo deportivo no iba a ser menos.
Pogacar ganará Giro y Tour este año, y si no gana también La Vuelta es por algo que se nos escapa, porque con la superioridad que está mostrando le bastaría llegar al 75% para conseguirlo.
Dicen que está a punto de firmar una renovación a razón de 12 millones de € anuales, algo nunca visto en el ciclismo. Si sigue así él también será algo nunca visto en el ciclismo desde tiempos de Eddy Merckx, recemos para que Vingegaard vuelva con sed de venganza en 2025 y pueda poner el contador de Tours en igualdad.
«Si yo digo que Ayuso viene a La Vuelta quién es Gianetti para decir que no?».
Por cierto, algo le pasa al danés, y no me refiero a lo físico. Es evidente que su preparación no fue la ideal, que la caída en País Vasco fue un gran hándicap en su aproximación al Tour, pero no es normal que se derrumbe de la forma que lo hace cuando llega a meta, no es normal que rompa a llorar de esta forma. O sí… quizás en este nuevo mundo de manetas torcidas, calcetines altos y Garmin inclinado hacia abajo esto sea lo normal… La new way!!!