Soy un hooligan, lo reconozco. Van Aert me ha ganado de por vida, no hoy, ni ayer, ni siquiera anteayer, lo lleva haciendo desde que decidió dar el salto a la carretera y en un equipo potente como el Jumbo. Sube, baja, sprinta, es delos mejores en adoquín, en CRI, en finales en cuesta y, además de todo eso, el mejor gregario del pelotón.
Algunos como Alix no se enteraron de qué iba la etapa de hoy, la más larga de este Tour, pero V.A, generoso como pocos, la interpretó a la perfección. Había un 90% de posibilidades de que se inmolase yendo de amarillo y aún así lo hizo. Por qué? Porque ayer su equipo se dio una pechada a trabajar, porque él era el líder hoy y eso les obligaría a controlar la carrera, porque mañana necesitarán volver a estar al 100% y, porque si los demás equipos no tuvieran al volante a unos cabezas de alcornoque, hoy el UAE habría sufrido de lo lindo para echar abajo la fuga.
Fue el sacrificio personal por el equipo y si ese 10% de posibilidades de llegar se daban, sería una nueva exhibición con victoria y afianzamiento del maillot por un día más.
Es muy lícito que cada equipo defienda sus intereses pero en un deporte en el que se fuman etapas como ha sucedido en las fugas de Cort Nielsen es imperdonable que siempre decidan ir a por la etapa cuando algún valiente decide hacer un movimiento importante que podría afectar a la general.
Parafraseando a Fernán Gómez les diré a EF, Bora y Alpecin principalmente, «Váyanse a la mierda, a la mierda!» Nos han jodido ustedes la etapa y para regalársela al más fuerte de la general llevándo a su equipo en volandas. A la mierda!!!
Van Aert, acompañado de Fuglsang y Simmons, formó la fuga del día con el objetivo claro de que iban a tener que sufrir para echarle mano. Los tres colaboraban con ahínco hasta que la diferencia de unos 4´´ minutos comenzó a descender. Se vieron varias conversaciones entre el belga y Fuglsang donde se podía intuir las intenciones de este último, si la diferencia seguía bajando yo paro. Y así fue, cuando el pelotón se había comido ya la mitad del tiempo el corredor danés se despidió de sus 2 compañeros.
Prosiguió la colaboración de Simmons y nuestro ídolo, Van Aert aparentemente sin despeinarse, Simmons dejando entrever la tortura a la que estaba siendo sometido. Gran mérito del chaval que tan sólo cuando Van Aert echaba el resto en un tímido repecho decidió soltarse de la rueda de éste no sin sufrir lo indecible.
Van Aert ya estaba sentenciado pero aquí hemos venido a jugar, no? Y eso hizo. Detrás los equipos tomaban posiciones, algunos parecían ignorar el porcentaje de la subida final si pensaban que su sprinter iba a tener alguna opción de ganar. Y qué pasó? Lo que tenía que pasar.
Como el final ya lo conocen no me hagan repetirlo. No tengo nada en contra del chaval pero coño, que trabaje un poco su equipo!!
Recuerden este día cuando ciertos equipos renuncien a disputar alguna etapa con la excusa de… no sé, es que a veces ya no dan ni excusas.