La crónica de hoy bien podría titularse «C’est fini». O eso es lo que parece después de ver la exhibición que nos ha hecho Pogacar.

Ya salía como favorito antes del inicio de la carrera, al menos como uno de ellos, pero después de esta primera semana algo muy grave le tendría que pasar para perderlo, sobre todo con Roglic y Thomas con un pie fuera del Tour y un Carapaz con más ganas que fuerza.

Es cierto que su equipo no parece el más fuerte, a pesar de que cuenta con buenos corredores, pero todos sabemos que contar con buenos corredores no hace necesariamente un buen equipo, verdad Rui?

La etapa salió rápida, algo que después de la paliza de ayer, 5h 30′ sobre la bici a 45’5 km/h, hacía presagiar más de una «petada». Y es que cuando todavía no era hora ni de ponerse a cocinar ya me llegó un mensaje que decía «la que se está liando».

Thomas, el mayor damnificado hasta ese momento, ya iba descolgado y Supermán, ese adicto a probar el asfalto, ya había tenido su caída.

El pelotón, o lo que quedaba de él, rodaba como si no hubiera mañana y, lo que es todavía más encomiable, como si no hubiera habido ayer.

Los ataques se sucedían y todos los equipos conseguían meter buenos galgos y hasta el propio Van Aert estuvo a punto de conseguir infiltrarse en uno de esos numerosos cortes pero el propio Pogacar en persona salió a cerrar el hueco, pena de no haber insistido un poco más… Habría sido precioso.

Finalmente la fuga se hizo cuando Roglic ya estaba «esperando» por Thomas y Rui Costa y compañía supieron lo que es que les diera el aire en la cara, al menos durante un buen rato.

Tengo que reconocer que visualicé una etapa con algún corredor importante delante y Movistar tirando por detrás, por suerte no sucedió. Los azules metieron a Valverde delante pero incomprensiblemente se descolgó para acabar llegando con la grupeta, el frío dicen.

Hoy por fin VDP dijo basta, muy dignamente por cierto, defendiendo hasta dónde pudo ese maillot amarillo que vestirá por primera vez en carrera Pogacar, a pesar de haberlo llevado virtualmente ya desde hace unos días. Casi al mismo tiempo se descolgaba Van Aert, haciendo una preciosa CRI hasta meta que lo mantiene en el 2° puesto de la general. Parece demasiado ambicioso pensar en mantenerlo hasta París pero en un Tour como éste la táctica será fundamental para alcanzar ese cajón una vez parece que los 2 primeros están dados.

UAE ponía el ritmo y, cuando Formolo dijo basta, Pogacar arrancó. Quedaban todavía 30kms a meta y Carapaz fue el único capaz de soldarse a su rueda, al menos por unos metros, porque una segunda arrancada fue demoledora para el ecuatoriano.

De nada le sirvió la rueda de Castroviejo, que lo esperó procedente de la fuga, entre puerto y puerto, Pogacar va con otra marcha…

En la lucha por la etapa Bahréin volvió a ganar, lo mismo me da con uno que con otro… Y si no hubiera sido Teuns bien podría haber sido Poels que estuvo buena parte del día en cabeza en solitario.

No es por ser agorero pero el Tour está sentenciado. A Pogacar sólo se le puede ganar de lejos y dejándolo sin equipo y, en una situación así, estarán los equipos del segundo y el tercero para hacerle el trabajo sucio.

Carapaz tiene carácter de ganador y lo intentará (algo que podría hacerle perder el podio si la cosa sale mal) Van Aert también, pero no juega para ganar y necesitaría otra fuga como la de ayer para tener alguna opción real de subir al podio. Movistar está ante la oportunidad de su vida para pisar cajón y que no sea sólo por la clasificación por equipos pero necesitan correr con inteligencia y valentía y, sobre todo, no defender algo que no tienen haciendo el trabajo a otros que sí lo tienen.

Que el Tour esté sentenciado desde tan pronto no es bueno, pero que haya una plaza libre en el podio para alguien que en un principio sólo podría soñarlo puede abrir la carrera de una forma inesperada y proporcionarnos un espectáculo de los buenos.

Llevan 2 días seguidos muy duros, veremos qué pasa mañana.