Dicen los «entendidos» que estas primeras etapas llanas no valen para nada. También dicen que son aburridas, que no tienen sentido etapas tan largas. Curiosamente son los mismos que dicen que los pinganillos cohartan el espectáculo, que defienden tramos de adoquín o incluso sin asfaltar pero que abogan por tomar tiempos para la general antes de finalizar la etapa cuando llueve.
El «cara de antes» es uno de los que no se corta en decir esta cantidad de gilipolleces en antena. Normal, en su última época era incapaz de brillar en una etapa de verdad, tan sólo podía ser protagonista en distancias de juveniles y cuando el pelotón se lo permitía al no considerarlo favorito ya para una general.
En este Giro la primera semana, esa que no sirve para nada, ha mandado para casa a uno de los 2 máximos favoritos por una caída en los últimos kms de una disputada etapa. Ha dejado a Nibali, un pseudofavorito a casi 2′ de Roglic, «líder real» de la carrera, y ha puesto a Landa en su lugar real, tanto deportivo como personal. Yates sabe mucho de esto último.
Los sprinters han tenido sus oportunidades, Gaviria se ha ido para casa, y una escapada, consentida muy inteligentemente por Jumbo, ha permitido que Conti porte la maglia rosa durante unos cuantos días.
Hemos visto como la organización dice a los ciclistas que está bien jugarse la vida por ganar una etapa pero que es mejor que los que disputan la general se tomen los últimos kms de paseo, no vaya a ser que se caiga Roglic también y nos quede una mierda de Giro en el que «un cualquiera» pueda hacer podio. Vergüenzas e incongruencias de este ciclismo moderno que nos ha tocado vivir.
También hemos visto como un juez moderno, de estos que el ciclismo lo veía por TV y sin entenderlo muy bien, robaba una etapa a Viviani por «variar la trayectoria en el sprint», esa obsoleta norma que se incumple en el 99% de ellos y que sólo tiene sentido aplicar si hay una clara intención de cerrar al rival cuando te va a superar.
No ha valido para nada, repiten sin ruborizarse los expertos de Eurosport. Veremos la última semana todo lo que ha valido, pero por lo de pronto tenemos a un Roglic implacable que muy mal lo tiene que hacer para que este Giro se le escape. Yates, otro bravucón de libro está a casi 4′, y corredores como Mollema o Carapaz comienzan a posicionarse como aspirantes al podio.
La última semana es muy dura, es probable que deje ver quien ha pasado mejor esta primera, esa que sobra y no vale para nada.
JG.