«Dientes, dientes… Es lo que les jode»,

¿Caminos de grava? ¿En serio? ¿En eso se basa el supuesto espectáculo del Tour? Pues según nuestro amigo Alberto Benítez, redactor de Marca, sí. Alberto… No me toques los cojones, anda.

Ahora resulta que una Gran Vuelta como el Tour, la más importante de cuantas vueltas por etapas hay, necesita caminos de tierra!! No necesita etapas de 240 km, no necesita recorridos donde sea propicio el aire, no necesita puertos míticos… No… ¡Necesita caminos de tierra y porcentajes de btt! Si en esto se va a convertir el Tour podéis metéroslo por dónde os quepa.

¿Y nos podrías decir dónde estuvo el espectáculo, Alberto? ¿En el pinchazo de Richie Porte? ¿En el polvillo que se levantó? ¿En el riesgo de alguna caída que tirara por tierra todo el trabajo hecho?¿En las puñeteras bonificaciones? Debemos tener un concepto muy distinto de espectáculo.

Nuestro amigo Alberto es conocido por hacer crónicas, al menos una el año pasado y otra este año que yo sepa (quizás aprovechó la primera cambiando la fecha), invitándonos a ir a la playa porque le aburre el Tour, imagínense lo que le debe gustar el ciclismo!! Aunque él presuma de ello…

El próximo premio Pulitzer.

El gran Miguel Indurain lo decía esta semana, el Tour tiene un problema de recorrido, de re-co-rri-do. Y una mierda de tramo de grava no lo va a arreglar.

Quitando ese esperpento de momento, que a punto estuvo de llevarse por delante las aspiraciones de Richie Porte al podio final en París, (otro dato que indica el nivel de este Tour) la etapa no dio mucho más de sí.

Ineos salió a por ella con Carapaz y se la llevó con Kwiatowsky. Ambos llegaron destacados con tiempo suficiente para celebrar la victoria a lo grande. El ecuatoriano se quedó sin una etapa que merece pero se llevó el maillot de lunares que porta el mejor escalador, sería un merecido premio en París para el más combativo de su equipo y, posiblemente, de este Tour.

Hirschi pudo habérselo puesto difícil, o al menos haber inclinado la balanza a favor de Carapaz, pero se fue al suelo en un descenso de una forma totalmente inesperada. Estuvo mucho tiempo luchando por volver a entrar pero ya no sería posible.

Por detrás Landa volvió a probar, o mejor dicho, probó por primera vez en este Tour. Fue un discreto ataque motivado por el qué dirán después del ridículo de ayer. Salió unos minutos en TV, hizo «vibrar» a los #landistas y trabajar a los suyos.

Jumbo no tuvo ningún problema en toda la etapa, controló a la perfección a pesar de la pronta «rendición» de Gesink y Bennet, pero con un Kuss que no dejó a su líder en ningún momento y con un Van Aert que se está convirtiendo en el corredor más valioso de este Tour. Sube, baja, contrarrelojea, rueda, sprinta, gana y trabaja. Además es tan listo que le mete rueda a Landa en la etapa de ayer para hacerlo ir incómodo cuando su propio equipo tira y sprinta como un poseso por la tercera plaza de hoy para evitar que Pogacar coja la bonificación. Van Aert sí es ESPECTACULAR.

No siempre se protege a tu líder yendo por delante de él. En Jumbo lo saben, en Bahréin no.

Sinceramente me da igual la composición del podio final en París, me da igual que el instagramer colombiano haya sido el más perjudicado hoy, me da igual que Mas haya llegado delante pidiendo el relevo a los favoritos como si le fuera la vida en ello. Tonto habría sido Roglic si no hubiera decidido esperar por Van Aert y Dumoulin que venían con Porte a escasos segundos. Pero eso es algo muy difícil de entender para alguien con la capacidad de Enric. Lo único que no me da igual es que nos pretendan vender esta mierda como espectáculo, porque ni se le acerca.