En el ciclismo está todo inventado, e incluso me atrevería a decir más, las etapas más bonitas y decisivas no son las que finalizan en alto. Hoy ha sido una etapa preciosa y sí, finalizaba en alto, pero no lo ha sido por eso.
Lo ha sido porque los corredores decidieron hacerla así, decidieron salir al ataque, hacer una fuga numerosa (40 unidades) y tirar hacia delante. No se puede decir que fueran los primeros espadas pero sí gente muy buena como Sepp Kuss, a la postre ganador de la etapa, el irregular Marc Soler, la eterna promesa Mikel Landa o los buenos escaladores Wout Poels y Roman Bardet. A todos ellos los acompañaba el menos mediático Lenny Martínez, nuevo maillot rojo después de una gran defensa en el puerto final.
Jumbo marcó el día como uno de «esos días» donde comienza a ganar las carreras y no dudó en meter a medio equipo (literal) por delante, dejando tan sólo a dos compañeros con Vingegaard y Roglic. Van Baarle se vistió de Van Aert y llevó la diferencia de la fuga hasta los 7´ ayudado por los Groupama Storer y Molard, algo hasta temerario.
Detrás el equipo del futbolista encontró ayuda en el de los curas, que también intentaron ganar la etapa con el mismo corredor que ya se las vio con De Gendt por ruedero, y en el del británico a punto de jubilarse (con gran merecimiento, todo sea dicho).
Mientras Van Baarle le hacía echar los geles por la nariz a más de uno y Vine y Bagioli se iban para casa por sendas caídas (algo que puede tener gran importancia para sus respectivos líderes), la diferencia se iba reduciendo hasta llegar a los 3´ que llegaron a tener antes del inicio al puerto final, para volver a coger otros 30″ más poco después.
3´30″ con Kuss? Parecía que la etapa estaba entregada, más por imposibilidad de caza que por dejadez. Solo faltaba ver quién sería el ganador, si Martínez haría buena su posición de privilegio para vestirse de rojo y qué pasaba con los de la general.
Y pasó casi todo lo que tenía que pasar. Etapa para Kuss (sin mucha sorpresa para nadie), rojo para Martínez (convirtiéndose en el líder más joven de la historia de La Vuelta) y pocas diferencias entre los favoritos con el dúo dinámico en plan estelar (con sus compañeros descolgados de la fuga trabajando lo que sus fuerzas les permitieron), Mas ilusionando y devolviéndonos a la realidad en un breve espacio de tiempo, Ayuso demostrando que hay corredor y, nuestro amigo el futbolista, amarrando el 1-0 en contra como buen resultado para jornadas venideras.
Etapas como las de hoy son las que hacen daño de verdad, insisto, no por el puerto final sino por los 41 km/h de media que han sacado en los 184 km de recorrido con los dos grupos constantemente enfilados y cortándose. Si Guillén quisiera… o supiera!!
Ahora queda por ver cómo actuará Jumbo con Kuss. Podría propiciar situaciones tácticamente espectaculares teniendo en cuenta lo apretado que se encuentran los favoritos pero todo parece indicar que dos líderes ya son suficientes y que un tercero, que además viene de hacer ya Giro y Tour, se adivina multitud.
Mañana será un día de recuperación para los hombres de la general, propicio para una buena fuga que coja tiempo en la primera parte de la etapa y para que los equipos de los sprinters apuren otra de las pocas oportunidades que les quedan.