Strade Bianchi, Milán-Sanremo, etapa en Dauphine, Campeonato de Bélgica CRI y etapa en el Tour, este es hasta el momento el palmarés de Wout Van Aert en este extraño y reducido 2020. Pero es que además actúa como un experimentado gregario cuando la ocasión lo requiere y no se le caen los anillos por proteger a sus líderes aprovechando sus dotes de rodador o reducir al pelotón a la mínima expresión en un final en alto en el que él mismo podría haber ganado.
Y casi es más importante su faceta de gregario que la de ganador, al menos para su equipo en este Tour. No es que sobren ganadores, pero de estos que renuncien a su ego y a una casi segura victoria por trabajar para un compañero no hay muchos.
No olvidemos que es triple Campeón del Mundo de Ciclo Cross y dos veces plata, siempre en dura pugna con su coetáneo Van der Poel, mucho más mediático y espectacular para los de la New Way, pero mucho menos efectivo y valioso para su equipo. Atacar ataca mucho, ganar gana algo, pero no sabe lo que es debutar en el Tour por quedarse en un equipo de mierda. Él sabrá por qué lo hace, quizás para no tener que trabajar para nadie.
Estamos ante un corredor capaz de ganar un sprint de pelotón, una CRI, rematar una fuga, un Monumento como Sanremo, trabajar para su líder en una Gran Vuelta y no sólo en el llano sino también en etapas de montaña y, como buen belga, disputar con los mejores y algún día ganar los Monumentos de pavé. Este es Wout Van Aert, el vencedor de hoy.
La etapa no tuvo más chicha que un conato de abanico provocado por Ineos que no llegó a nada cuando Carapaz los hizo parar por un inoportuno pinchazo. Etapa para Van Aert por delante de Bol y Bennet.
La noticia más positiva del día fue la pérdida del amarillo de Alaphilippe en favor de Adam Yates por haber cogido un bidón dentro de los últimos 20 km. Los jueces, con muy buen criterio si nos atenemos al reglamento, lo sancionaron con 20″ por la maniobra. Otra cosa es la conveniencia de revisar ciertas normas como esta o cambiar la sanción en tiempo por una económica.
Mañana nos espera otra mierda de etapa unipuerto en la que deseo que no pase absolutamente nada. Este Tour guillenizado está firmando su sentencia de muerte, llegará un momento en el que cualquier corredor «medio» tenga opciones reales de ganar el Tour. Eso no es abrir el abanico de posibles vencedores, eso es profanar el perfil de corredor que puede aspirar a ganar la mejor carrera por etapas del mundo.
La general del Tour no se regala, la general del Tour no la puede ganar un corredor como Alaphilippe por muy bueno que sea, la general del Tour es sólo para los elegidos, para los superclase, para los que aguantan el desgaste físico y psicológico durante 3 semanas seguidas con etapas de más de 7 horas y sin apenas tiempo para recuperarse. Que superan puertos de más de 2000 m. con lluvia, frío o calor. Que pasan los abanicos, las CRI, los descensos vertiginosos y salvan las caídas de la primera semana. Eso es el Tour, la mejor carrera por etapas del mundo con los mejores corredores del mundo en su mejor momento de la temporada. Eso era el Tour…
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