Lo mejor de la etapa

3 etapas ya y el panorama no puede ser peor, nos encontramos con el infumable Alaphilippe de líder, con ilustres bajas como la de Gilbert y con una ausencia total de competición.

En condiciones normales no sería en absoluto criticable la cautela de los equipos favoritos a la victoria final, en un Tour que se podría acabar en cualquier momento por culpa del Covid sí.

Vamos a aceptar pulpo como animal de compañía en la primera etapa, y daremos por bueno que los muy idiotas que organizan el Tour no contaron con que igual no era buena idea soltar pompas de jabón por delante del pelotón en un día de lluvia. Si este fue el motivo de que los capos bloquearan la carrera bien, si fue su miedo a caer y perder el Tour en la primera etapa quizás deberían haber elegido otro deporte.

Aún así caídas hubo, entre otras las del ya mencionado Gilbert, con fractura de rótula, y su compañero Degenkolb, también retirado. No podía faltar la ya tradicional de Supermán López, aunque esta vez no fue tan fuerte como para romperse algo, como es habitual en él. También sorprendió su pericia para controlar la bici antes de acabar estrellándose contra una señal de tráfico. Pinot, otro pupas del pelotón, supo hacerlo mejor y besó el suelo junto a otros muchos ilustres ya en los últimos 3 kms, circunstancia que hizo que ninguno de ellos perdiera tiempo en la general.

Etapa para Kristoff en un gran sprint que le sirvió para vestirse también de amarillo, primer líder de este extraño Tour. Podríamos decir que ha salvado el Tour de su equipo, yo no esperaría mucho más de ellos a pesar de Pogacar.

Duró una etapa menos de lo que se preveía.

Una vez perdida la oportunidad de sorprender bajo la lluvia e incluso forzar a algún favorito a arriesgar más de la cuenta e irse para casa con algún hueso roto llegaba la segunda oportunidad. Etapa dura, con 2 puertos muy cerca de meta y el segundo día de carrera. Alguien se atrevería a mover el árbol? Pues no.

Todo se resume a un líder descolgado a las primeras de cambio, a una fuga siempre bajo control, a un Jumbo actuando como patrón de la carrera y a un Deceuninck que no iba a dejar pasar la oportunidad.

La carrera no fue lenta, de hecho muchos muchos corredores se quedaron por el camino, pero faltó algo más… No creo que nadie espere que Bernal o Roglic busquen un ataque el segundo día de carrera, pero hay corredores que si quieren tener alguna posibilidad de siquiera rozar el podio deberían intentarlo. Quién sabe, lo mismo les pilla líder en la etapa 16 y las autoridades deciden que ahí se acaba!!

Estaba claro que Alaphilippe tenía marcada esta etapa y yo, iluso de mí, tenía puestas todas mis esperanzas en que Van Aert le aguara la fiesta. No sé si la caída de Doumulin haciendo el afilador subiendo el último puerto tuvo algo que ver, pero ahí se vio que el trío formado por el gabacho llorón, el suizo Hirschi y Adam Yates iba a llegar.

Habrá quien piense que soy un ser despiadado por no tener en cuenta los sentimientos de Alaphilippe al cruzar la meta, pero es que los numeritos habituales de un corredor que se ajusta el casco y las zapatillas antes de cada sprint, que pone caritas de la mejor escuela Voeckler y que no pierde oportunidad de echar la lagrimilla siempre que puede ya me empiezan a cansar. Quizás va en la sangre de los franceses… Voeckler, Pinot, Alaphilippe, Madiot gritando a la cámara el año pasado… Ciclismo espectáculo!!

Mientras De Andrés daba como ganador a Alaphilippe antes del sprint, a ver si la próxima vez le dice a Perico que apague el micro cuando vaya a mear, algunos teníamos puestas nuestras esperanzas en que Hirschi le aguara la fiesta. Y bien lo podría haber hecho si no se hubiera despegado inexplicablemente 2 metros de su rueda justo cuando el francés iniciaba el sprint, metros que fueron claves para no culminar la remontada.

Alguno no debería quitar el bozal nunca

Etapa y amarillo, como hace un año. Juro que si llega a la última semana con opciones de podio dejaré de ver el Tour mientras éste siga corriéndolo.

Y así llegamos a la tercera etapa, etapa que por tener casi no tiene ni fuga. Hubo una pequeña lucha por el maillot de la montaña que acabó con el virtual líder en el suelo con la clavícula rota y que acabó con un sprint magistralmente ganado por Ewan que supo culebrear en el pelotón para imponerse a Bennet en un explosivo final.

Dicen que mañana pasará algo, esperemos que no sea nada que tenga que ver con las «molestias» que dice tener Landa, este blog perdería mucho de aquí a final de Tour.