Hay corredores de la talla de Armstrong o Freire que tuvieron la Amstel entre ceja y ceja, no la consiguieron. Otros, como Van der Poel, fue llegar y besar el santo. Y de qué manera!
«El niñato» buscó un corte a 50kms de meta, fue secundado por Gorka Izaguirre, y ambos engullidos por el gran grupo poco después. Parecía que esa iba a ser su «gran contribución» a la carrera y su despedida por la puerta de atrás de la temporada de carretera.
Lo que nadie se esperaba era ese imponente final…
Todo parecía predestinado para una victoria del favoritísimo Alaphilippe. Estaba en la situación ideal, acompañado de Fuglsang, no especialmente rápido, y con distancia suficiente para llegar. Por detrás perseguía Kwiatkowsky después de haber soltado a Trentin, y unos segundos más atrás el pequeño grupo perseguidor, que parecía descartado para la victoria final, tirado por Van der Poel.
Como los cánones del ciclismo dictan Fuglsang, a todas luces más lento que el francés heredero en sus cucamonas de Voeckler, dejó de relevar. Alaphilippe se confió, aunque viendo su sprint no sabremos si fue exceso de confianza o falta de fuerzas. También pudo ser un exceso de soberbia al verse eliminado de la la lucha por la victoria y no considerar a la carrera digna de contar con él en otro lugar del podio.
Mientras tanto Kwiatkowsky, echando el resto, era capaz de enlazar y lanzar a sus 2 rivales. Por detrás era Van der Poel el que hacía lo propio. Alaphilippe arranca, Van der Poel caza y sin pensarlo ni un instante tiene arrestos para un segundo cambio soltando a todos de rueda excepto a un notable Simón Clarke que a duras penas aguantaba su estela para firmar un excelente 2° puesto. Fuglsang completaba el podio en un golpe de garra, experiencia y oficio.
Es cierto que «el niñato» se puso al frente a unos 500 m de meta, antes era Schachmann el que conducía al grupo, pero no es menos cierto que lo hizo en la parte más difícil, con un sprint impecable al alcance de muy pocos y después de haber llevado el peso de la persecución en los últimos kms.
Dice que aquí acaba su temporada, se va a hacer la Copa del mundo de Btt, menudo error!! Nos guste o no el btt es al ciclismo lo que el fútbol sala al fútbol. Saquen sus propias conclusiones de lo que sería ver a un jugador de nivel Champions, de los que la puede ganar, decir que se va a jugar la liga nacional de fútbol sala cuando está en lo mejor de su carrera. O alguien lo empieza a aconsejar o estamos ante un muñeco roto, al tiempo.
También dice que los equipos grandes tendrán que esperar, que tiene contrato hasta 2023. No sé si es extremadamente inteligente o extremadamente idiota, el tiempo lo dirá.
A Valverde ni se le vio, parece que está ratificando la «maldición del arco iris». A lo mejor es que tiene casi 40 años y ni él, ni los medios, ni nosotros lo queremos ver. Dicen que va a por otra Flecha y otra Lieja, mucho tendrá que mejorar para estar en la pomada en ambas. Es una de las grandezas del ciclismo, un día cierras pelotones y 3 días después ganas carreras.
Muchos «nombres nuevos» en el top10 de la Amstel, algunos nos quedamos con la Quinta del Buitre sin darnos cuenta de que ahora la estrella es Vinicius. Los años… Que no perdonan ni al que escribe. Tampoco a los que nos leen.
JG.