Que el ciclismo no es lo que era parece algo muy obvio, en realidad ya nada es lo que era, y en algunos casos por nuestro bien.
El mundial recientemente disputado en esa región con nombre de «caniche» y nula tradición ciclista nos ha dejado unas cuantas cosas muy claras;
La Crono por equipos mixta, por si alguien podía tener alguna duda, es una mierda de las más grandes que se podrían haber inventado, ni a Guillén se le habría ocurrido.
Llevar estos eventos a lugares nuevos con la excusa de «abrir mercado» está muy bien pero jugarse el prestigio de un deporte en su fiesta ciclista anual llevándolo a un pueblo donde en vez de en coche hay que circular con canoas y con una nula previsión y profesionalización de los organizadores es para juzgado de guardia.
Urge la profesionalización y elevación del nivel de los jueces árbitros encargados de dirigir carreras profesionales. Es indignante el cambio o ausencia de criterio en decisiones trascendentales. Indignante la expulsión del ganador sub23 por un trascoche después de una caída a 130kms de meta. Sí, a 130kms!!! Una paliza hubiera sido poco castigo para estos aspirantes a juzgar en algún «talent show» de T5.
La CRI nunca ha gozado de gran prestigio entre los profesionales, y este año ha sido todavía peor. Ganada de manera clara por un corredor que se esfumó literalmente durante una etapa del Tour de Francia y con el que su equipo ha roto su contrato hoy mismo.
Segundo ha sido una de las sensaciones de la temporada, recién pasado de la categoría junior, y en una CRI de las que ya no quedan en el calendario profesional por su distancia.
Fíjense la importancia de la prueba que ni siquiera he dado sus nombres y del tercero no vamos ni a hablar. Los españoles mal, muy mal.
Y hoy llegaba el plato fuerte, 280kms en línea dónde Valverde defendía reinado. La primera mala noticia llegó antes de salir, se recortarían 20 kms por las incesantes lluvias y ante la imposibilidad de garantizar el paso por alguno de los puntos del recorrido. Recordemos las imágenes de las tremendas balsas de agua en otras pruebas y en las que nadie señalizaba el peligro.
Según la prensa española eso perjudicaba a Valverde, no la lluvia, no el frío, dos elementos con los que nunca ha rendido bien. Pues menos mal… Porque poco duró el murciano en carrera.
La primera fuga seria no fue de las habituales, esta vez era una fuga que honraba un mundial; Roglic, Quintana y Carapaz con Cort Nielsen y Bodnar entre otros. Aunque pudiera parecer una locura arrancar tan lejos de meta, que lo era, en un día como el de hoy es mucho más factible que una fuga camine y mucho más difícil echarle mano por detrás. Incluso existe la posibilidad de una vez cogidos, si la carrera va ya muy rota, que los escapados puedan amarrarse a ese grupo. No fue el caso.
Por detrás el goteo de corredores retirados era constante y, mientras tanto, Teledeporte (ni siquiera se retransmitieron los últimos kms por TVE) prefería deleitarnos con un partido de la liga femenina de baloncesto. Sin comentarios.
A las 15.00 decidieron conectar y, después de 4 tonterías de Miguel Ángel Iglesias y mi gran amigo CdA, casi preferí que no lo hubieran hecho. «Es una fuga muy bonita» decía Iglesias de un corte con 2 corredores, «están haciendo trabajar muy duro al pelotón». En fin… No desentonaban nada con el puñetero desastre que ha sido este mundial.
Antes de eso ya se había bajado Valverde y ya se había quedado fuera de juego Gilbert después de una caída. Evenepoel se quedó con él y ni uno ni otro consiguieron entrar mientras Bélgica se daba cuenta de lo sucedido. Fuera pinganillos que cohartan el espectáculo!! Si vuelvo a escuchar a algún idiota repetir ese mantra de los periodistas panfleteros que no me vuelva a mirar a la cara.
Mientras intentaba poner la mente en blanco para no escuchar la cantidad de tonterías que repetían De Andrés y Cia con gran desgana llegó el momento clave de la carrera. Corte con Kung, Pedersen, Teunissen y Moscon al que llegarían Trentin y Van der Poel. En un día como el de hoy o estás con los mejores o no esperes que las escasas fuerzas de tus compañeros te puedan llevar hasta ellos. Gorka Izaguirre lo intentó, tarde y con resultado negativo. Bélgica también, tirando con lo poco que le quedaba y más por orgullo que por convicción. La carrera estaba hecha.
Se descolgada Teunissen y daba muestras de debilidad Moscon, pero volvía a entrar. Todo parecía indicar que sería un mano a mano entre Trentin y el favoritísimo Van der Poel, pero a 12 kms de meta… Boooommmmmm!!! El holandés «petó». Sin ataques, sin cambios de ritmo, simplemente se acabó el gas, se tuvo que abrir y sufrir como nunca para perder nada menos que 10′ en los últimos 12kms de carrera. Ha aprendido una de las mayores lecciones de su vida y ha sido algo bueno para el ciclismo que no haya ganado. Habría sido un mensaje equivocado el pensar que un corredor que viene de hacer la temporada de btt y planea hacer la de ciclo cross puede ganar un mundial en ruta con relativa facilidad.
Ya sólo quedaban 4 y 2 eran italianos. De Andrés comenzó a hablar de Trentin como ganador, sí, oyen bien. No como probable ganador sino como ganador. Lamentabilísimo. Igual de lamentable que ver al seleccionador italiano a gritos por la ventanilla del coche, mientras Trentin lo ignoraba, por la prohibición de usar pinganillos. Si no quieren que haya instrucciones que prohíban los directores pero que no nos hagan volver a la prehistoria.
Kung, sabedor de la debilidad de Moscon, forzaba en el último repecho. Las cuentas estaban claras, sin Moscon 3 corredores para 3 medallas. Y lo consiguió.
Los 3 llegaban al último km y Trentin se encontraba ante la oportunidad de su vida. No me pregunten por qué pero algo me dijo que no ganaría. No recuerdo exactamente cuál pero, en alguna otra situación similar en la que era el claro favorito, ya lo había visto fallar. Y falló, vaya que si falló.
Esperó a los 200 metros para lanzar el sprint y, mientras De Andrés gritaba su nombre, Pedersen le adelantaba con pasmosa facilidad por la derecha para incredulidad de casi todo el mundo, depresión del italiano y regocijo de los daneses. No volverá a tener otra ocasión igual, su cara lo reflejaba.
Pedersen, de 23 años, tiene 365 días para demostrar qué clase de Campeón del Mundo será; un Rui Costa en su faceta más ruín, un Romans Vansteins de blanco con mofletes o un Boonen dominando las Grandes Clásicas de la primavera (el año pasado subió al podio en Flandes con 22 años, cojo no es).
La temporada está (casi) acabada, por el bien del ciclismo hay que recuperar a la gente que sabe, si es que queda alguno, y echar a estos impresentables de las Cronos mixtas, etapas en linea de 29 kms en el Tour del Porvenir y mundiales sin pinganillos.
Por cierto, 20 kms habrían sido 30′ más aprox de carrera hoy, habría tenido el mismo ganador?
JG.
