Primer final en alto decían… Después de 3 etapas por Niza decían… Inicio trepidante de Tour decían… Y una mierda!! Desde cuando una etapa de 160 kms el cuarto día de Tour y con sólo un puerto de escasa entidad marca diferencias? Diferencias que no sean las de las puñeteras bonificaciones que consiguen que nadie con un mínimo de punta de velocidad decida atacar antes de ver la pancarta de meta.
Para ser sincero no creo que nadie esperara nada de la etapa de hoy, recordemos que iban al menos 30 corredores a 1 km de meta, sólo los forofos empedernidos, los periodistas fútboleros y los de la «New way».
La etapa tuvo su fuga habitual, esta vez con 6 corredores, algo que ya no es tan habitual… Y lo más «interesante» fue ver la Cervelo de Benoot partida por la mitad después de «apoyarse» en el quitamiedo, esos mismos quitamiedos que a veces seccionan brazos, piernas o incluso cabezas.
La fuga nunca tuvo distancia suficiente como para pensar en que podía llegar y, para ser honestos, una etapa de 160 km a estas alturas de Tour la controla Tony Martín prácticamente él solo. Hoy tuvo la suerte de que fue Asgreen del Deceuninck quien lo hizo. Alaphilippe no sólo ejercía de amarillo, tenía pensado ir a por la etapa y aumentar las diferencias gracias a las asquerosas bonificaciones. Roglic lo evitó.
Jumbo está corriendo a lo Ineos, e Ineos a lo Jumbo. O muy claro lo tienen los primeros o muy listos están siendo los segundos. Que Jumbo haya corrido para llevarse la etapa con Roglic a pesar de las bonificaciones y de llevar a rueda a un corredor como Alaphilippe dice mucho del nivel de confianza que tienen en ellos mismos. Yo no hubiera sido tan optimista, incluso hubiera enviado a algún corredor del equipo por delante ya en el puerto final para evitar disputar la bonificación con Alaphilippe. Chapeau por ellos.
16 corredores con el mismo tiempo, 16 corredores donde no había ningún Movistar (mucho van a tener que apretar en las fugas para la clasificación por equipos), donde Pogacar fue el que siguió a Roglic sin llegar a inquietarlo, donde Quintana asomó para ser cuarto justo por delante de Alaphilippe, donde no estaba Carapaz que cedió 30″ en un final propicio para él y donde tampoco estaba Buchmann que se cortó en los metros finales.
Es un Tour extraño, extraño desde su aproximación, pasando por su desarrollo y seguramente en su desenlace. No estamos acostumbrados a ver a Jumbo dominando, controlando la situación de una manera tan brutal mientras Ineos se esconde.
La falta de competición favorecerá a los jóvenes, a los corredores con chispa. Lo mismo que las puñeteras bonificaciones y el desastre de recorrido. Corren malos tiempos para los fondistas y vueltómanos a la vieja usanza. El concepto de «titiritero chisposo» ha llegado para quedarse a disputar las Grandes Vueltas, Guillén lo creó y Prudhomme lo cronificó.
El ciclismo de las Grandes Vueltas ha fallecido. DEP.
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Nos llegan imágenes de la caída de Valls cuando intentaba colocar a Landa en la primera etapa.